Cuando Kensei tenía siete años de edad, su padre, Munisai, murió o desapareció (no se sabe exactamente). Ya que su madre había fallecido tiempo atrás, el chico fue puesto bajo la tutela de un sacerdote, tío materno suyo.
Con esto, encontramos a Kensei como huérfano durante la época de las campañas de unificación del país del Taiko Hideyoshi. Hijo de samurái, durante una de las épocas más violentas de la historia de Japón, se le recuerda como un joven de carácter tumultuoso, con gran fuerza de voluntad, y físicamente muy desarrollado para su edad. Su tío insistió en que estudiase las artes del guerrero, y esto, unido a su desarrollo físico y su carácter violento, hizo que pronto se viese involucrado en combates. Se guarda registro de una lucha en la cual derrotó y mató a un guerrero adulto, teniendo tan solo trece años de edad. Su oponente era Arima Kigei, un experto samurái de la escuela de artes marciales Shinto. Kensei le lanzó a tierra y acabó con él golpeándole la cabeza con un palo cuando intentaba levantarse.
El siguiente combate serio acerca del que se tiene constancia ocurrió cuando Kensei tenía 16 años, y en él derrotó a Tadashima Akiyama. En la misma época abandonó su casa para comenzar un peregrinaje en el cual perfeccionó sus habilidades a través de numerosos combates, tanto en luchas individuales como en batallas. A la edad de 19 decidió buscar el camino de la iluminación para perfeccionar sus técnicas con las espadas y aprender el valor de la vida, para lo que emprendió un largo viaje sin rumbo ,se volvió un ronnin y empezó a viajar por el mundo decidido a perfeccionar todo lo aprendido y conocer nuevos caminos de la vida y la espada a base de vagabundear.
Durante este periodo de su vida, Kensei se mantuvo relativamente aparte de la sociedad, dedicándose exclusivamente a la búsqueda de iluminación a través del Camino de la Espada. Dedicado solamente a perfeccionar sus habilidades y conocer el valor de la vida, vivió de una forma bastante precaria, vagabundeando por el país y durmiendo al raso en lo más frío del invierno, sin preocuparse de su aspecto físico, ni tomar esposa, ni dedicarse a ninguna profesión, aparte de su propio estudio, así fue como, a la edad de 27 años, llego un día como cualquier otro día a un lugar….que sin saberlo terminaría de forjar sus habilidades y su espíritu como Samurai….todo esto mientras miraba el vasto reino desde su pequeña embarcación.